La comunidad educativa de la Escuela Infantil Elvira Lindo de Puerto Real ha vuelto a poner el grito en el cielo ante la continuada falta de atención por parte de la Junta de Andalucía del problema al que se llevan enfrentando desde hace tres años debido a la falta de comedor propio que provoca que sus alumnos, alrededor de 200 con edades comprendidas entre los tres y los cinco años, tengan que abandonar el centro para acudir a otro que sí dispone de este servicio.
En 2019, este espacio educativo que en sus inicios pertenecía al Arquitecto Leoz comenzó a funcionar de manera independiente al colegio ubicado justo al otro lado de la vía. Sin embargo, a día de hoy todavía dependen de él para aportar el servicio de comidas a los alumnos, ya que no se ha realizado ninguna obra para adecuar las dependencias a este fin.
Y no es porque no dispongan de instalaciones en las que pudiera ubicarse este servicio, ya que la propia comunidad educativa asegura estar "más que preparada" para ello. La problemática viene de los organismos de los que depende tomar estas decisiones, ya que no actúan como deberían para asegurar el cumplimiento de los derechos de los alumnos recogidos en Reglamento Orgánico de las Escuelas Infantiles de Segundo Ciclo.
La situación es completamente rocambolesca porque, a diario, las docentes de la escuela deben salir a la calle con los pequeños a la hora del almuerzo para trasladarlos al Arquitecto Leoz. Para ello, deben cruzar una carretera, con el consiguiente peligro que esto supone.
Los padres y madres de los alumnos agradecen la colaboración de la Policía Local que se encarga de cortar el tráfico durante el tiempo en que los niños y niñas van cruzando en pequeños grupos junto a las monitoras hasta la otra acera, pero señalan que "no es esto lo que necesitamos".
Cubiertos de la lluvia por un plástico
La situación se complica aún más, si cabe, cuando llueve. En días en que la climatología no acompaña las encargadas de trasladar a los alumnos deben velar no solo por mantener los grupos y vigilar que ninguno se extravíe, sino además, por evitar que se mojen.
De esta forma, tienen que recurrir a un enorme plástico que sostienen entre varias personas sobre sus cabezas mientras que van cruzando en dirección al colegio contiguo.
Esta situación es absolutamente insostenible. A través de un comunicado en Facebook la comunidad educativa ha lamentado que en estos días en que las lluvias han vuelto a azotar con fuerza la provincia de Cádiz se haya repetido una vez más la misma historia.
Aseguran que "no nos quejamos por vicio", ya que consideran "absolutamente injusto que niños de entre 3 y 6 años tengan que pasar por esta situación", más aún pudiendo soportar una actución en el centro cuya inversión, dicen, "sería mínima".
Por último, lanzan un mensaje directo a la Junta de Andalucía, a la que ruegan que "escuchen nuestras peticiones para que esto pueda arreglarse de una vez".
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