El doctor Antonio Hijano ha traído a Jerez la primera terapia capaz de tratar de forma eficaz los problemas relacionados con el sueño. Afincado en la ciudad desde hace cuatro años, este médico natural de La Barca ofrece en la clínica Kumed, ubicada en el Paseo de Las Delicias, un tratamiento novedoso que rompe con los procedimientos clásicos, la neuromodulación no invasiva.
En declaraciones a lavozdelsur.es, Hijano explica que "es la primera tecnología moderna que utiliza microcorrientes eléctricas inteligentes a nivel sistémico". Esto ha supuesto "un gran hito en la medicina", ya que hasta ahora siempre se había estudiado el organismo como un ente bioquímico, por lo que la elaboración de fármacos para hacer frente a las patologías se basaba en la biología y la química.
El éxito de este tratamiento viene, precisamente, de tenerlo en cuenta como un ente bioeléctrico, lo que permite "dejar de obviar los sistemas eléctricos que recorren todo nuestro cuerpo, haciendo que las enfermedades en las que predominan las disfunciones eléctricas puedan ser susceptibles de curarse". De forma muy genérica, el sanitario realiza una comparación comentando que "esto es como si tienes un problema eléctrico en casa y llamas a un fontanero o como si quieres cazar un conejo con una caña de pescar. No se utilizan las herramientas adecuadas".
Además, también permite tratar e incidir en el sistema nervioso autónomo, algo que hasta ahora no había sido posible y que por fin puede llevarse a cabo. "Esta es la parte que activa los niveles de estrés, la actividad cerebral, se encarga de relajarnos... tiene muchas funciones y siempre hemos querido poder incidir sobre él porque es la causa de muchas patologías psicosomáticas", aclara.
Nacida en España de la mano de japoneses
Esta tecnología nació en España en el año 2019. Antes, el padre y el abuelo de Aitaro Seikai habían estudiado las microcorrientes eléctricas a través de ensayos pretéritos con el objetivo de utilizarla para tratar diferentes enfermedades.
Este hispano-japonés comenzó a desarrollar la tecnología de neuromodulación no invasiva en San Sebastián y muy pronto comenzó a trabajar con ella. Su funcionamiento es bastante habitual y comienza con un estudio previo de la patología que presenta el paciente.
A partir de ahí se llevan a cabo las sesiones en las que se colocan guantes y tobilleras provistas de electrodos a través de los cuales se emite la corriente eléctrica. También se coloca un electrodo direccionador en la columna para poder alcanzar la médula. La corriente es prácticamente imperceptible y, como mucho, puede notarse un leve cosquilleo.
Generalmente son necesarias 10 con una duración aproximada de una hora que se extienden a lo largo de cuatro semanas aunque si las patologías son más severas o las llevan a rrastrando mucho tiempo puede estudiarse ampliar su número.
Un momento idóneo
La neuromodulación no invasiva permite tratar patologías tales como la ansiedad o las patologías del sueño, además de enfermedades cuyo origen aún no se conoce pero sí se sabe que tienen gran relación con el sistema nervioso, como la fibromialgia o la fatiga crónica.
Concretamente, los problemas relacionados con el sueño se han convertido en "la nueva pandemia" según los médicos. La pandemia del coronavirus ha disparado estos problemas que afectan o han afectado a una de cada tres personas.
La ansiedad generada por el confinamiento sumada a la incertidumbre sobre el avance de la enfermedad provocó serios problemas psicológicos en la sociedad que, a su vez, se han visto reflejados en problemas de insomnio, de ciclos intermitentes o insuficientes de sueño y de descompensación de sus ritmos circadianos.
Antonio Hijano señala que este es "el momento idóneo" para desarrollar esta tecnología, ya que justo ahora es cuando más necesario resulta poder recurrir a un tratamiento que permita reestablecer el sueño fisiológico. "Los fármacos te ayudan a dormir pero no curan el problema que padeces", apostilla el sanitario.
El médico señala orgulloso que "gracias a la neuromodulación no invasiva los pacientes están experimentando una mejoría notable e incluso la curación en muchos casos". Tal es el porcentaje de éxito de este tipo de intervención que ya se está empezando a aplicar en otros campos como la ginecología y la urología, mediante el que se trata la incontinencia urinaria o los problemas de vejiga hiperactiva o la reumatología, donde se recomienda para actuar sobre los dolores crónicos.
También ha dado ya el salto al deporte de élite, en el que futbolistas de Primera División están adquiriendo sus propios equipos para realizar tratarse en casa siguiendo las indicaciones de sus fisioterapeutas. De igual manera se han hecho varios estudios con la plantilla del FC Barcelona que han arrojado resultados muy positivos.
Hijano recuerda que "al tratarse de un tema sanitario necesita la validación previa de estudios médicos para poder utilizarse, pero ya se están obteniendo varios favorables, de modo que poco a poco se está abriendo este campo en diferentes campos de la medicina".
Rápida extensión por todo el mundo
Este tipo de terapia se ha extendido rápidamente por toda España, si bien en Andalucía aún necesita algo de tiempo para que sea acogida en más centros sanitarios. En el caso de Jerez, por ejemplo, tan solo la clínica Kumed desarrolla esta técnica por el momento, aunque Antonio Hijano confía en que pronto se sumen otros especialistas porque "con la cantidad de patologías derivadas de fallos eléctricos que existen hace falta tener a muchos profesionales atendiéndolas".
De hecho hay profesionales que defienden la necesidad de transferir esta técnica al sistema de Sanidad Pública, algo que, por ejemplo, ya ha hecho la Comunidad de Madrid mediante la Unidad de Covid Persistente.
Por otro lado se está produciendo una rápida extensión de esta tecnología por Europa en países como Portugal, Francia o Italia, por Asia y por Latinoamérica. Para llevar a estos lugares la neuromodulación no invasiva se está nombrando formadores que desde España comparten sus conocimientos con profesionales extranjeros y Antonio Hijano ha tenido la suerte de ser uno de los seleccionados para realizar esta tarea.
A diferencia que las grandes farmacéuticas, para desarrollar este tipo de tratamientos no se disponen de un músculo económico tan potente, por lo que, como señala Antonio Hijano, "todo va más lento". Aún así, se muestra satisfecho por los resultados que están obteniendo y confía en que pronto pueda disponerse de la neuromodulación no invasiva en la mayoría de centros médicos.
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