Junto a las esculturas que representan a Hypnos y a Afrodita agachada y frente a Hipomenes y Atalanta de Guido Reni en la exposición que el Museo del Prado dedica a este gran artista boloñés del siglo XVII —y que puede verse hasta el próximo 9 de julio—, Manuel Liñán, bailaor y coreógrafo de Granada, Premio Nacional de Danza 2017, crea una pieza, La belleza de la diversidad, que rompe las reglas sociales y artísticas que imponen de alguna manera que el artista deba manifestarse según su género.
En esta ocasión excepcional le acompaña al cante Miguel Heredia, que no solo es cantaor, sino que es un sobresaliente bailaor natural de Jerez que ya se salió en el aclamado espectáculo de Liñán ¡Viva!, con el que han sorprendido a escenarios de medio mundo.
Ahora, con motivo de la celebración de la semana del Orgullo LGTBIQA+ 2023, vuelven a compartir pieza gracias al Museo Nacional del Prado, que propone un nuevo relato relacionado con la diversidad e inspirado en la belleza y libertad de sus colecciones a través del baile de Manuel Liñán, uno de los grandes innovadores del flamenco, y del cante de Heredia.
Por fandangos de Huelva, Heredia canta Yo tengo tres corazones, mientras que Liñán danza con su ya característico arte para mover la bata de cola y el mantón, algo que tradicionalmente en el baile flamenco ha estado vetado para los bailaores.
La belleza de la diversidad ha contado con la dirección artística, coreografía y baile de Manuel Liñán, el cante de Miguel Heredia, la producción de Peineta Producciones, y ha sido registrada en el estudio de grabación de Víctor Guadiana.
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