Es uno de los rincones de la Feria del Caballo donde es obligada la parada para degustar la cocina que el chef Juan Carlos Carrasco traslada al Real. Desde hace 20 años, junto a su hermano Alfredo, tiene caseta propia, que es una referencia del buen comer, estatus que se repite año tras año porque, como señala Alfredo, “nuestra oferta siempre está en consonancia en calidad y creatividad, ya sea aquí en el albero o en cualquier otro evento”.
A esas dos décadas con marca propia en el Real hay que sumarle los doce años que han estado llevando la cocina de casetas de socios. “Intentamos combinar la cocina tradicional con la más innovadora”, explica Alfredo que pone como ejemplo la gran variedad de entrantes para picar, desde las chacinas ibéricas, pasando por el marisco y lo típico que debe tener toda caseta, “el caldo de la abuela, salmorejo y montaditos”.
En lo del jamón ibérico de bellota, este año ha dado un paso adelante y tiene a un experto cortador en el acceso a la caseta a la vista del público. “Es algo que llama la atención a propios y extraños ver cómo a cuchillo prepara las raciones que van pidiéndose”, asegura.
En cuanto a especialidades presenta, como entrantes destacados, un tartar de aguacate con langostinos acompañado de una vinagreta de tomate seco. También lascas de presa ibérica con queso payoyo y vinagreta de trufa. Y la que ellos denominan una bomba de camarones, como si fuera un croquetón, pero que sabe a tortilla de camarones; alcachofas salteadas con boletus y oloroso… No faltan los afamados huevos rotos de Juan Carlos, ya sea con chistorras o estrellados con jamón.
En Casa Juan Carlos no hay guiso del día. En vez de ello, el arroz es el protagonista. Cada jornada lo prepara de una forma diferente, “es un clásico en esta caseta, lo ofrecemos con distintas formas de trabajar este producto”. Como explica Alfredo, la demanda varía según las horas del día, pero el arroz es el plato estrella que viene a culminar un almuerzo con sus entrantes especiales, con el tratar de langostinos como el preferido por la clientela, “es la hora de las exquisiteces, después en la tarde llega el momento de los montaditos”.
Alfredo Carrasco, que también es el presidente de la Asociación Hostelería de Jerez, considera que hasta el momento “está siendo una buena Feria y la gente viene con muchas ganas”, y espera que para el fin de semana la afluencia siga, “pese al calor que se anuncia”.
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