El actor Ron Perlman, quizás por el nombre, no sea tan conocido. Pero su rostro, tan característico, sí suena rápido si uno echa la vista atrás.
Perlman es un actor de Hollywood, habitual como secundario en películas (El nombre de la rosa) y series (Sons of Anarchy), éxitos comerciales. Pero también, actor de culto en ese otro cine americano underground, el elaborado también en Hollywood, pero con propuestas algo más libres y menos taquilleras.
Aunque la película que le coronó como protagonista fue Hellboy. Eran los años 2000 y DC, la editorial de Batman y de Superman, trataba de colocar en la pantalla a nuevos superhéroes. No le salió bien la jugada, o al menos no a los niveles estratosféricos de Marvel, que en aquellos años preparaba el mayor negocio de su historia, Los Vengadores.
En cualquier caso, Hellboy no fue tampoco un fracaso y tuvo dos películas. El director Guillermo del Toro confió en Perlman para encarnar a aquel superhéroe y demonio, todo en uno, que acabaría por convertir al actor en un cabeza de cartel muy taquillero para la época y un sector que, con la citada saga Marvel, estaba a punto de explotar.
El actor dio el salto a la fama por una serie de los 80 que recreaba la historia de la Bella y la Bestia, logrando incluso un Globo de Oro.
Este domingo se ha dado una vuelta por la Feria de Sevilla y ha sido invitado a la caseta municipal, donde le ha recibido José Luis Sanz.
"El conocido actor norteamericano Ron Perlman está estos días en la Feria de Sevilla y lo hemos recibido en la caseta municipal. Durante su rodaje en España no ha dudado en visitar Sevilla. ¡Gracias por acompañarnos en estos días tan especiales!", le ha dicho el alcalde.
Eso sí, está sin chaqueta ni corbata. Cosas de los demonios, habrá que imaginar, que son así.
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