Este lunes fue un día especial en la iglesia de Santiago. Las hermandades de La Buena Muerte, El Prendimiento y La Sacramental de Santiago recogían sus pasos después de una Semana Santa diferente a lo que estamos acostumbrados. Casi sin procesiones en la calle, pero con la misma devoción, que es lo que mueve a la Semana Santa de Jerez.
Entre las charlas de los hermanos, surgían anticipaciones para la Magna de octubre. Algunos ya estaban planeando y preparándose para ese evento especial, mientras otros compartían recuerdos de años anteriores. Guardaban cuidadosamente la decoración de las velas rizadas, conservándolas para octubre.
Pero también había un tono de nostalgia en algunas conversaciones. Algunos recordaban con tristeza los momentos en que la lluvia había interrumpido las procesiones. Hablaban con admiración del esfuerzo de los costaleros por proteger los pasos y llegar a un lugar seguro.
El día fue más que una simple recogida de los pasos. Fue un encuentro entre amigos, vecinos y familias, con las miradas puestas, de una manera o de otra, en la Semana Santa del año que viene.